Akbal

La creación en los horizontes de las pupilas del mar en silencio
La libertad del alma que late en los crepúsculos
La rueda gira en los laberintos del pensamiento
Morir para el mundo, para vivir en el Espíritu




domingo, 17 de octubre de 2010

Resistir

Se dice en el Indostán que nos encontramos en la edad de hierro, lo que ellos llaman el kaliyuga. La edad más negra de un ciclo de la humanidad.

Creo que nos se equivocan en lo absoluto los hermanos de la India. Ahora los ricos son más ricos, los pobres más pobres. Los artistas mueren de hambre o se alienan en la superestructura del capital dejando preso su talento. Es delito ser un artista en este país la miseria es el verdugo. Porque no conviene alguien que exprese lo que reflexiona, que denuncie las injusticas con el arte.

Edgar Allan Poe, trabajaba 16 horas para mantener a su esposa. Vivía en condiciones limitadas. Cuantas obras de su pluma nos perdimos.

En este tiempo, no tiene valía en el campo laboral el estudio, el talento o la virtud. Para los que tienen los recursos, los que dan el empleo a los demás, no les conviene que la gente esté informada, que la gente sea culta, ¿para qué? si al fin y al cabo estarán en una fábrica. Las oportunidades de empleo no son para los mejor preparados, sino para los amigos, para los compadres, para la élite que se mantiene de la sangre de los que oprime, para aquellos que tienen el poder. Pero aquellos hermanos que no tienen nada, que no conocen a nadie, que no son conocidos de algún influyente, que solo tienen su talento, sus habilidades, están perdidos, solo queda la esperanza y la resistencia.

Si vemos las ofertas de empleo que se anuncian se puede constatar que son explotadoras, más de la mitad de vendedores con mala paga condicionada y muchas horas. Los profesionistas con título o son menospreciados, o se les ofrecen condiciones laborales deficientes. Encontré una oferta de trabajo hace poco que solicitaba pasantes para trabajar 10 horas 6 días a la semana. Me pregunto: ¿Cómo van a dejar de ser pasantes si trabajan todo ese tiempo? ¿Dónde está el tiempo que necesita un ser humano para desarrollarse? No existe, es por eso que debemos hacerlo con mucho esfuerzo y valentía.

Es una lucha social. En la sociología básica, bien se sabe que existe una pirámide social y los pocos que están arriba deben de asegurarse que los muchos de abajo no suban, es decir, no se expresen, no se informen, no estudien, no tengan buenos empleos y oportunidades y así poder asalariarlos para tener control sobre ellos y coartarles la oportunidad de progreso. Sabe la élite que si los de abajo suben la pirámide se puede invertir y ver afectadas sus condiciones de vida.

Hace poco me pidieron que fuera a contar unos cuentos, fui a sabiendas que no habría paga, porque es algo que más o menos sé hacer y que me gusta, así que si no había dinero estaba bien. La encargada del lugar me comentó que se pondría un bote para una cooperación, y me dije bueno haber que pasa. El resultado fue interesante y avasallador. Si bien no había mucha gente las personas cooperaban de a 1 pesos o máximo 2 por escuchar al cuenta cuentos. Eso refleja muchas cosas: población mediatizada donde el valor de la cultura y lo artístico no es mucho porque no es útil, solo a lo más es divertido. Creo que lo que le dejaron a sus hijos a ir a depositar un peso o dos es que los cuentos valen poco, tal vez mucho menos que una cerveza.

El ser artista en mi país es resistir, llorar, amar y luchar.

La princesa humorcitos

En un reino muy lejano, había una vez una princesa hermosa y simpática hija de un sabio Rey. Todo era felicidad en aquel reino hasta que una vez aquella princesa dejo de reír pero no solo eso, sino que también se volvió una persona de muy mal humor. Protestaba por todo, si le llevaban leche caliente gritaba que la quería fría, si le tapaban los pies porque hacía frío, gritaba histérica que se acaloraba. Total que nada ni nadie la daba gusto a la princesa, así que todos en el reino la empezaron a llamar la princesa humorcitos.

Su padre, el sabio rey mandó llamar a todos los hechiceros de la corte, a todos los magos, los bufones y los arlequines, para ver quien de ellos podía lograr que la princesa volviera a la normalidad, sin embargo nada parecía surtir efecto, por más que intentaban nada la hacía ser feliz y sonriente como antes.

De entre todos de pronto, apareció un vagabundo, con las ropas roídas y sin zapatos. Se acercó al rey y le dijo - ¡Yo lo lograré!- .  Así que sin esperar más se aproximó a la princesa, la tomó por los pies y le quitó los zapatos y fue en ese instante que pasó lo que nadie pensó jamás que pasaría…

La princesa humorcitos tenía pies de iguana, en ese momento se dieron cuenta que no se trataba de la verdadera princesa, sino más bien de una bruja impostora. Los guardias del reino se apuraron en capturar a la embustera para después interrogarla. Para que hablará se le aplicaron esencias aromáticas deliciosas hasta que por fin confesó la verdad. La princesa se encontraba en un lugar muy lejano y difícil de hallar, según dijo, estaba custodiada por algo horripilante que nadie podría vencer jamás. Aquella cómplice del mal mencionó que nadie la rescataría nunca. Entonces el rey llamó ahora a todos los guerreros, a los hombres más valientes del reino para ver quién de ellos aceptaba el reto. Pero al saber las condiciones que la bruja había narrado, todos ellos salieron del palacio aterrorizados por lo que les podría esperar. Quedó un solo hombre de entre todos, el que parecía el más insignificante: el vagabundo. Él le dijo al rey que costará lo que costará rescataría a la princesa, así tuviera que morir intentándolo.

Partió inmediatamente sin rumbo fijo, solo con la guía de su intuición. El pueblo entero se reunió a despedirlo y fue entonces cuando el mago más anciano del reino le dio una varita. Así que aquel hombre valiente, salió del pueblo para hacer frente a cualquier cosa.

Caminó por días enteros, por colinas inclinadas, por lugares oscuros y misteriosos, por senderos en los que nadie había dado antes y lugares de los que se decía nadie regresaba jamás. Justo cuando el cansancio parecía vencerlo, vio entonces lo que nadie jamás pensó que vería…

Un enorme dragón, lleno de escamas por todo el cuerpo que custodiaba el mundo de las brujas. El vagabundo sabía que ese era el guardián que tenía que enfrentar. Así que sin más, se le echó encima. Entonces el dragón lo atacó con sus ráfagas de fuego, hasta que logró acorralar al vagabundo entre sus garras gigantescas. En ese momento el vagabundo se creía perdido, pero recordó en el instante la varita que la había regalado el mago, así que hurgó por un bolsillo y nada, hurgó por el otro y nada, hurgó en su chaqueta y nada, y fue así que supo que no saldría de allí. Recordó que la varita la había dejado en un poblado que pasó y la había cambiado por un tamal de dulce porque tenía hambre. Entonces pasó la que nadie jamás pensó que pasaría…

El vagabundo perdió el miedo, se levantó decidido a acabar con el dragón y al mirarlo fijamente a los ojos, el dragón comenzó a incinerarse hasta que la princesa salió expulsada con fuerza de sus entrañas, llena de baba dragón.

Después de que la fiera quedó reducida a cenizas, el vagabundo fue a levantar a la princesa.

Así emprendieron el largo camino de regreso. Caminaron por días enteros, por colinas inclinadas, por lugares oscuros y misteriosos, por senderos en los que nadie había dado antes y lugares de los que se decía nadie regresaba jamás. Hasta que por fin llegaron victoriosos al reino.

El rey, feliz por el regresó de su hija la princesa, celebró junto con todo el pueblo con manjares deliciosos, con vinos espumosos y bellas melodías. Pero debajo de la falda de la princesa se asomaron unas escamas feas y enormes y fue justo entonces cuando pasó lo que nadie jamás pensó que pasaría…

lunes, 30 de agosto de 2010

En las venas de los harapos. La miseria como medio de dominación


Existen fieras que destrozan los cuerpos y el alma de los pobladores de este frágil mundo. Vemos en la calles, como una escenografía de mundo subterráneo, que la gran parte de la comunidad mundial tiene carencias que no le permiten vivir, sino sobrevivir, mejor dicho subvivir. El trabajo justo, con una remuneración para poder tener, no una vida de lujos sino digna, es un vano sueño que se difumina todos los días. Las condiciones laborales adecuadas, son tan escasas como el amor que hay en el mundo. Cuando alguien escribe sobre temas de dominación, se le califica de fanático, de paranoico, a lo que podríamos decir que no es para menos. Ciertamente muchos se vuelven obsesivos en estos temas, y ven espejismos de injusticia por todas partes, pero hay algunas cosas que vale la pena por lo menos reflexionar y si se tiene el arrojo, hacer algo al respecto. Yo, he escogido el arte para hacer algo, tal vez no lo más importante, pero si por lo menos lo que tengo la responsabilidad de hacer.


La pobreza es una forma bestial que tiene subyugados a los hombres, y es tan sutil que algunos ni siquiera pueden ver su propia condición, menos aun la de sus hermanos. Existen mecanismos que fomentan esta barbarie inhumana de la pobreza, para que la gente no tenga un solo momento libre o de paz en que pueda reflexionar o protestar de alguna forma. Es sabido que la “justicia”, la mayor parte de las veces, esta puesta al mejor postor, y como es ciega, no ve lo que hace. En estos momentos, desde que alguien nace es culpable hasta demostrar lo contrario.

Detrás de la pobreza existen maneras en que ésta se gesta, es cierto que es hereditaria, pero también influyen otros parámetros. Uno de ellos es inculcar, desde muy pequeños a los niños el sentimiento de tristeza, que a su vez lleva al miedo y el miedo a la violencia, uno de los mayores negocios. Si analizamos las películas infantiles que son muy populares entre el público, nos percataremos que todas tienen una parte muy triste, que provoca un sentimiento de desamparo. Por otra parte en la música comercial, las canciones más populares son las que hablan de cosas tristes, como por ejemplo desencuentros amorosos. Se utiliza un estribillo muy repetitivo de fácil comprensión, para que obtenga una especie de función hipnótica. Efecto: tristeza. Esta clase de sugestiones mentales, me parece que originan relaciones interpersonales dependientes y patológicas.

Freud, el padre del psicoanálisis, tiene un ensayo titulado: La psicología de las masas, en donde comenta que el manejo de la libido sexual de las poblaciones, se puede utilizar para dirigirlas hacia algún fin. Y eso ha pasado, el fin es el hipnotismo colectivo para la dominación y la generación de deseos que no se pueden satisfacer para que originen en el individuo frustración, y que después lo lleve eso a la ira. Otra gran ventaja es que se puede utilizar la libido, para acrecentar el sentimiento consumista de las masas, lo que ahora vemos por todas partes.

El ser humano es lector y creativo por naturaleza, pero para los fines de los pocos que son dueños de la mayor parte de la riqueza del mundo, el fomentar la creatividad es peligroso para sus condiciones actuales. Una persona que utiliza y fomenta su creatividad, es crítica y eso es todo un inconveniente para algunos.

Es por lo anterior, que las jornadas laborales, que son inhumanas, no permiten casi a nadie tener tiempo para que puedan acrecentar sus facultades creativas. Los artistas, por lo regular trabajan en otros campos fuera de su actividad, para poder sobrevivir. Con el tiempo, como no pueden practicar su arte como debería de ser, lo abandonan, pierden la fe y mueren alienados. Entonces su impulso artístico, se encierra en una mazmorra tan fría como el infierno. El artista muchas veces pierde, cuando es objetivado y alienado, la fe, su confianza, se pierde entonces a sí mismo, y todo porque tiene que trabajar 10 o 12 horas para poder comer.

En la mayor parte de los empleos existe algo que los empresarios llaman “tiempos muertos”, es decir, el tiempo que un empleado pierde en su jornada laboral cuando platica, cuando se distrae, etc. Se dice que el tiempo que se pierde, es más de la mitad del que está en su área de trabajo realizando su labor, es decir, más de la mitad del tiempo de su jornada no hace nada. Eso evidentemente altera la productividad, pero a pesar de que los empresarios lo saben, toman en cuenta que si reducen sus jornadas, para que los empleados trabajen totalmente y no hayan tiempos muertos, permitiría que ellos pudieran prepararse y desarrollar sus facultades creativas, lo que implica ya una reflexión lo cual no les es conveniente, porque elevarían su condición y buscarían otros empleos con mejores condiciones e irían perdiendo gente a quien explotar.

Se ha demostrado que los empleados que se siente cómodos en sus trabajos, laboran de una forma más eficiente, sin embargo, se les oprime, se les humilla, para que el sentimiento de inferioridad siga instalado en ellos, y no tomen la aventura de desplegar todas sus capacidades.

De acuerdo a lo anterior, los empleados que tengan mayor espectro de “felicidad” son lo más redituables para las empresas, entonces podemos preguntarnos: si con una jornada laboral corta de trabajo efectivo, y con un ambiente alegre, los empleados y obreros tienen mayor y mejor productividad, ¿por qué no se llevan a cabo estas acciones? Bueno, porque alguien que tiene tiempo, lo podría emplear para elevar su nivel de conciencia y escalar en la sociedad, y lo que “ellos” quieren es que sigamos soñando, mientras nos despedazan y nos despedazamos entre nosotros poco a poco.

Existe una “analogía” entre los empresarios que buscan que sus subordinados entreguen sus vidas a sus intereses, que se enuncia de la siguiente manera: “Si miran un plato de desayuno, en los huevos la gallina solo estuvo involucrada, pero en el tocino (lo que sería para nosotros los frijoles), el cerdo se comprometió y dio la vida. Eso necesitamos en este trabajo, no gente que se involucré, sino que se comprometa”.

Pero no nos dicen que el puerco no decidió su destino y ahora en contra de su voluntad está muerto.

Demos la vida y comprometámonos, pero por tener un mundo mejor para todos por igual.


Christian Estevez Galicia- Akbal

Desde el castillo de Indemar.

martes, 24 de agosto de 2010

Fé de Erratas

 Antes que nada me voy a permitir hacer una aclaración. En nombre de la verdad, debo aclarar que yo su servidor, no soy el producto de un par de semanas de instrucción en fomento a la lectura y que aparecí de la nada para compartir la lectura y la pasión que mi pecho siente desde hace tanto tiempo por las letras. La generación espontánea es una falsificación de la verdad. Soy lo que se llama un bibliofilo, es decir, un amante de los libros.

 La primera vez que pude ver que alguien leía, se me hacía lo más mágico que pudiera existir, no me explicaba como unos signos extraños podían contener tantas imágenes, tantas vivencias, como podían decir tanto, significar tanto.

 Cuando comencé a escribir lo primero que anhelaba hacer era describir algo que sintiera muy profundamente. Así que después de realizar la monumental cantidad de 15 cartas, que invitaban a la gente a no tirar basura, me sentí como purificado. Salí a la calle en una noche fría con luces anaranjadas abrazando mis 7 años, a repartir mis misivas a las personas que infortunadas pasaban por mi camino. Terminada mi laboriosa tarea, sabía que me había graduado en el universo de los escritores, aunque no haya un documento que hoy en día lo avale.

 Puedo mencionar, más certeramente quizá, que soy magia de barcos, tierra de mundos inexplorados, mares con navíos fantasmales, llanos en llamas, ciudades de fuego, templos de poderosos reyes, testigo de afinidades eternas, soy incluso un Macondo donde las cosas son tan recientes que se señalan con el dedo, soy un infinito lugar, un sitio donde caben todos los mundos.

 Me concibo como un afortunado por tener muchos amigos. A algunos de ellos tengo la confianza de llamar “mis amados muertos”, que no respiran ya sobre la tierra, pero sin duda en otros mundos y en otras realidades lo hacen. Con ellos sueño, despierto, voy de viaje, recorro los tiempos, lloro, canto, sonrío y muchas otras veces difiero con ellos y eso no altera nuestra amistad. Siento que palpo sus almas en mis manos mientras leo, y converso con Baudelaire, con Nietzsche, Artaud, Juan Rulfo, Jaime Sabines, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Edgar Allan Poe, Heráclito, Franz Kafka, Julio Verne, Hemingway, entre una lista tan grande como nuestros pecados.

 Aventurero soy, pero sobre todo un enamorado de esos signos que de alguna forma hacen que los labios emitan palabras que evoquen a su vez universos tan bellos, tan recónditos, tan inconmensurables.

 He vivido definitivamente desde hace 12 años de esta existencia, en el mundo de la literatura donde aparte de leer, tengo la osadía de tomar la pluma y llenar los valles insondables de la piel de una hoja en blanco y me percato que esa transgresión es una expresión del espíritu, del alma, de nuestro aliento más profundo.

 Cuando los libros están ausentes en nuestras vidas, es como estar exiliado de todos los laberintos y milagros del pensamiento.

 Cuando se lee con amor y no con utilidad, no es para saber más, sino para desconocer menos como lo dice mi amigo Platón.

La lectura debe de unir a la humanidad como hermanos, y no servir para destrozarnos unos a otros.

El conocimiento es emancipación, representa una libertad que compartida haría de este cuarto planeta un nirvana y no un valle de lágrimas.

 Actuamos de acuerdo al lenguaje, es decir, de acuerdo a lo que pensamos, y pensamos por medio de palabras, si nuestro lenguaje es más basto nuestras oportunidades de acción son mayores y podemos escoger la mejor. El lugar del ser es el lenguaje dice Heidegeer.

 La opresión que todos vivimos proviene de la “cultura del iletrsimo”, de la ignorancia, transgrediendo las cadenas de los estereotipos y de las imposiciones ideológicas podemos ver la completud de nuestro mundo.

 ¿Para qué sirve leer?, se pueden preguntar la mayoría de las personas, a lo que podemos enunciar beneficios cognitivos de pláticas aburridas, procesos epistémicos complejos, pero lo más importante que la lectura provoca, es que alguien se conozca a sí mismo y aquel que lo logre será en verdad libre y sabio.

 La lectura no se comprende, se siente en los huesos, en la sangre, cuando un libro nos cimbra el alma jamás lo olvidaremos, porque la lectura es un acto sublime, pero antes que todo es un acto amoroso.

 La lectura hace que lo tuyo y lo mío desaparezca, para comprendernos en una misma unidad plural donde todos tengamos el mismo valor.
 La lectura nos hace ver que todos somos el niño de la calle, la señora que vende fruta en el mercado, el abogado en tribunales, el escritor enmarañado en sus sueños, el amante que busca el mejor poema para obsequiar, el fantasma que juega con los niños en la noche, en resumen que somos todos.

La lectura no es para hacernos cultos, es para hacernos libres.

Christian Estevez- Akbal Namaste.

jueves, 3 de junio de 2010

Epitafio

Hace un tiempo escribí este poema, en honor a un participante en un taller de lectura y creación literaria que estaba impartiendo.





Para ser sincero no sé nada,
más bien ignoro casi todo.
He intentado con un mar
De libros ajenos ocultar el triste defecto
de mí Densa ignorancia.
No sé nada, en realidad
Solo sé muy pocas Cosas,
que hacen Que pueda yo vivir
entre mis semejantes,
entre mis Hermanos.

Pero de lo muy poco que sé,
Es que la vida sangra
Desde que venimos al mundo,
Que el destello de la penumbra
Nos cobija y nos promete
una Sola cosa….
Que algún día debemos de marcharnos.

También algo me dice,
Aunque tal vez no sea cierto,
Que las almas se reflejan en los ojos,
Que la amistad es un ánfora tan sublime,
que basta una sonrisa Sincera venida del alma
Para ser compañeros en el mundo.

No sé nada, pero algo me dice que cuando
Los seres humanos son grandes,
su vida es un destello de dios mismo.

En la plenitud de mi ignorancia,
-Ustedes perdonaron que les diga-,
Que el imperio de la almas que se van
y dejan los corazones heridos
Está sentado a la orilla de un lago
De cristalinas aguas de esperanza divina.

De alguna forma supongo, que aquel
Que toma un libro entre sus manos,
Unas letras entre sus segundos,
Está cerca de encontrar el secreto
De la memoria eterna.

Siento que de alguna manera,
El hombre puede ser inmortal de
Dos formas.
Una de ellas es en el recuerdo
De los seres amados
Y la otra, de la cual si estoy seguro,
Es que el hombre tiene la llave
De la inmortalidad,
Cuando toma una pluma
entre sus dedos y escribe su historia,
Esas líneas hacen que lo humano
Jamás se pierda.

Pero aun hay una forma de no perecer jamás,
Por medio del agradecimiento venido del corazón,
de las personas que tuvimos el honor
Por lo menos de estrechar sus manos,
y ver en una sonrisa a la humanidad entera
en comunión con la armonía cósmica
de que todos somos Uno.

Akbal
“Donde está muerte tu aguijón, donde sepulcro tu victoria”.

miércoles, 2 de junio de 2010

El canto del asalariado

No todos se encuentra esclavizados en una fábrica, hay otros tipos de prisiones. Ahora, en la era de la información, las cárceles tienen como barrotes una computadora y cuatro paredes, forradas muchas veces de pendientes. Las horas de trabajo en México ahora son de 10 a 12 horas por día de lunes a sábado la mayor parte, sin contar el tiempo de traslado, que en la ciudad de México es prolongado por un repugnante sistema de transporte que se encuentra secuestrado por los cafres del volante. En total la jornada es de 12 a 14 horas al día.

El desarrollo profesional, académico, personal y humano, es ya casi imposible. Esas son las condiciones laborales de nuestro país, donde las figuras intermediarias llamadas outsourcing, se encargan de beneficiarse de la necesidad de las personas, de hacer el trabajo sucio.

Hace poco escuché un canto desolador...


Ya no tengo tiempo de reír, de contar un cuento a mis hijos por la noche. Ya no cuento con tiempo para soñar, para leer, para ser feliz, para decirle a mi esposa que la amo. Ya no me queda tiempo ni siquiera para entonar una oración, solo tengo tiempo para morir algún día, siendo un objeto más de una maquinaria que ni siquiera puedo ver. He olvidado, desde hace mucho lo que es la libertad.

martes, 1 de junio de 2010

Las Flores del mal Charles Baudelaire

Este libro es algo especial para mí. Fue uno de los primeros libros que leí por placer y con mucha atención.  Se me hacía mágico que alguien pensará y sintiera cosas tan cercanas como yo las concebía en ese entonces. 

Una muestra de poética de calidad, con un transgresor como lo es Baudelaire. 

Una serie poemas que nos llevan por lados sombríos del alma humana. 

miércoles, 26 de mayo de 2010

El castillo de Indemar


Kirlek, era uno más de los que creían en las letras y la música, sentía que ambas tenían magia. Percibía que los libros eran de alguna forma una escalera para ascender al cielo que era infinito y lleno de eternidades por dentro. Él vivía en un mundo de fuego llamado Cosmos, donde reinaba la violencia, la indiferencia y un olor intenso de las gentes que sólo se dedicaban a no morir, y que trabajaban horas enteras, jornadas esclavizantes de labores que solo permitían obtener un salario miserable que apenas alcanzaba para malcomer. Estás condiciones se daban en todo el universo, pero por alguna mala fortuna, en la ciudad de Netzva donde el sol ardía con toda su furia, se acrecentaba más aún lo deplorable, la miseria en la que había caído casi toda la humanidad. Kirlek, se dedicaba a enseñarles la magia escondida de los libros a todos los pobladores del cosmos y también cantaba entonando melodías y ruidos por medio de un instrumento de cuerdas que tenía una voz primordial tatuada en su cuerpo junto a una oración sagrada. Empezó su entrega por ese oficio , la música y los libros desde su juventud en donde todo destellaba e incluso desde vidas anteriores que él aún no recordaba claramente.

Sería largo contar la historia hasta la fecha de este amante de los libros, pero lo que interesa ahora es hablar de su cautiverio para dejar un testimonio de libertad.

Kirlek, había caminado por varias veredas de distintos colores y entre ellas pudo leer las historias que sabía, dar voz a los muertos que cargaba en los libros, a lo anónimos, a los más célebres y a muchos de sus escritos hechos en su andar por el mundo. Cuando empezó a mantenerse de su sagrado oficio, le daban apenas para vivir y el encargado de su paga monetaria era un ser pestilente y olvidadizo que se había escapado de una historieta política de mal gusto. Pero la paga de este trovador de letras era sobre todo espiritual, cuando alguien dentro de su corazón despertaba en sus adentros una esencia dormida en una de sus presentaciones, era como si su interior se iluminará por aquella magia que los libros contenían y que Kirlek sabía compartir. Pero el problema era que su estomago estaba vació.

Pero Kirlek un día decidió dejar de vivir de ese ser repugnante y fue cuando el mago Indemar apareció. Éste ser es proveniente de los cuentos y las realidades más perversas y lanzó un hechizo de voces contra Kirlek que incauto cayó bajo su engaño. Le prometió que bajo su guía él podría compartir la magia de los libros y que no tendría que preocuparse como los demás por conseguir algo para mantenerse él y su Princesa que todas las noches bella lo esperaba con mucho amor. El mago perverso le dibujó en el aire un mundo maravilloso, donde la lectura y el escribir serían parte de un plan maestro para que todos los habitantes de Netzva pudieran conocer los grandes misterios y secretos de los libros. Así que ilusionado decidió irse ante tan bello plan con el mago Indemar. Llegaron a un lugar esplendoroso, donde Kirlek estaría compartiendo la magia de los libros, pero fue entonces cuando el mago de la ilusión le mostró las 6 esferas que brillaban más intensamente que el oro, pero el trovador contador de historias incansable no sospechaba siquiera que no solo estaban vacías, sino que dentro tenían un terrible hedor.

El incauto contador de cuentos fue a dar a un cuarto lleno de libros maravillosos, pero no sabía que estaría ahí por muchas horas al día, pero no haciendo lo que el sabía, sino más bien ofreciendo todas las pociones de Indemar a los habitantes de Netzva. Si, Kirlek le había vendido por un tiempo que nunca se supo cuanto fue, muchas horas de su vida a esa mago embaucador que vociferaba a todos los vientos la magia de la sabiduría y de los libros, pero lo que en realidad pedía era oro. Tal vez Indemar no tenía mala intención, pero el camino al abismo está empedrado de buenas intenciones y con su proceder ahorcaba a sus prisioneros cortándoles la libertad y la creatividad, reproduciendo las enfermedades de la miseria y la explotación.

Kirlek, tiene el valor de salir de las manos huesudas de Indemar y lo hará en el momento preciso...


Akbal

sábado, 22 de mayo de 2010

Irene


¡Que nunca vuelva a pasar!, ¡Qué nunca vuelva a oír ese mudo llanto!

Una tormenta se cierne en el olor a asfalto y tierra recién bañada. Un ardor malsano nace como flor descompuesta en la orilla de una mirada, de unos ojos perdidos mirando

al Leteo. Esa sangre que se coagula en traumas, se dispara en un primer estallido de voz ardiente. Pupilas rojas como demonio ciego, perturbación del alma húmeda o de la carencia absoluta de ésta.

Ella, inocente como una flor olvidada, temblorosa como una vida respirando agonía y que su único menoscabo es pertenecer a una estirpe celestial, se oculta como un sol abrumado por la más densa negra noche, tinieblas del más atroz agravio.

Una imagen nublada en el sicario, percibe un movimiento tenue como un poema inconcluso, se apresura con los pies derrumbados, e inyecta su furia febril en los poros de la piel de un alma atormentada. En un ambiente de prismas rojos, ruega porque la muerte llegue y libere su mal, procuré su olvido, pero solo se incrusta el infierno en la piel que soporta como un Prometeo ante los buitres.

Un ángel en el suelo frío, más allá de la clemencia del dolor, asoma su rostro implorando al cielo que parece olvidarla. La alfombra de un llanto que conforma un nuevo mar sombrío, la ocultan de la mirada del verdugo.

Puede yacer bajo tierra, o aun respirar un poco en medio de la negrura del odio, pero vida y muerte se confunden en una danza que parece ser infinita.

Desconoce aquel corazón destrozado con piel de traje rojo, si la realidad no es una locura y la demencia sea la salida. Por fin percibe que su latido le vuelve a la habitación del pecho, se alegra de poder tomar su destino en las manos. Sale victoriosa como centellando el orbe, dispuesta a otorgar una nueva imagen a la vida. Esperanza y poesía son su estandarte, pero si está muda por el inconveniente de la muerte, siempre habrá una voz que entone su existencia…

IRENE, UNA MUJER QUE SE ACUESTA EN LAS NAVAJAS DE LAS LÁGRIMAS

Ella es nadie, ella es todos.

Ella eres tú, ella soy yo.

A lo lejos se escucha un murmullo…