Akbal

La creación en los horizontes de las pupilas del mar en silencio
La libertad del alma que late en los crepúsculos
La rueda gira en los laberintos del pensamiento
Morir para el mundo, para vivir en el Espíritu




lunes, 30 de agosto de 2010

En las venas de los harapos. La miseria como medio de dominación


Existen fieras que destrozan los cuerpos y el alma de los pobladores de este frágil mundo. Vemos en la calles, como una escenografía de mundo subterráneo, que la gran parte de la comunidad mundial tiene carencias que no le permiten vivir, sino sobrevivir, mejor dicho subvivir. El trabajo justo, con una remuneración para poder tener, no una vida de lujos sino digna, es un vano sueño que se difumina todos los días. Las condiciones laborales adecuadas, son tan escasas como el amor que hay en el mundo. Cuando alguien escribe sobre temas de dominación, se le califica de fanático, de paranoico, a lo que podríamos decir que no es para menos. Ciertamente muchos se vuelven obsesivos en estos temas, y ven espejismos de injusticia por todas partes, pero hay algunas cosas que vale la pena por lo menos reflexionar y si se tiene el arrojo, hacer algo al respecto. Yo, he escogido el arte para hacer algo, tal vez no lo más importante, pero si por lo menos lo que tengo la responsabilidad de hacer.


La pobreza es una forma bestial que tiene subyugados a los hombres, y es tan sutil que algunos ni siquiera pueden ver su propia condición, menos aun la de sus hermanos. Existen mecanismos que fomentan esta barbarie inhumana de la pobreza, para que la gente no tenga un solo momento libre o de paz en que pueda reflexionar o protestar de alguna forma. Es sabido que la “justicia”, la mayor parte de las veces, esta puesta al mejor postor, y como es ciega, no ve lo que hace. En estos momentos, desde que alguien nace es culpable hasta demostrar lo contrario.

Detrás de la pobreza existen maneras en que ésta se gesta, es cierto que es hereditaria, pero también influyen otros parámetros. Uno de ellos es inculcar, desde muy pequeños a los niños el sentimiento de tristeza, que a su vez lleva al miedo y el miedo a la violencia, uno de los mayores negocios. Si analizamos las películas infantiles que son muy populares entre el público, nos percataremos que todas tienen una parte muy triste, que provoca un sentimiento de desamparo. Por otra parte en la música comercial, las canciones más populares son las que hablan de cosas tristes, como por ejemplo desencuentros amorosos. Se utiliza un estribillo muy repetitivo de fácil comprensión, para que obtenga una especie de función hipnótica. Efecto: tristeza. Esta clase de sugestiones mentales, me parece que originan relaciones interpersonales dependientes y patológicas.

Freud, el padre del psicoanálisis, tiene un ensayo titulado: La psicología de las masas, en donde comenta que el manejo de la libido sexual de las poblaciones, se puede utilizar para dirigirlas hacia algún fin. Y eso ha pasado, el fin es el hipnotismo colectivo para la dominación y la generación de deseos que no se pueden satisfacer para que originen en el individuo frustración, y que después lo lleve eso a la ira. Otra gran ventaja es que se puede utilizar la libido, para acrecentar el sentimiento consumista de las masas, lo que ahora vemos por todas partes.

El ser humano es lector y creativo por naturaleza, pero para los fines de los pocos que son dueños de la mayor parte de la riqueza del mundo, el fomentar la creatividad es peligroso para sus condiciones actuales. Una persona que utiliza y fomenta su creatividad, es crítica y eso es todo un inconveniente para algunos.

Es por lo anterior, que las jornadas laborales, que son inhumanas, no permiten casi a nadie tener tiempo para que puedan acrecentar sus facultades creativas. Los artistas, por lo regular trabajan en otros campos fuera de su actividad, para poder sobrevivir. Con el tiempo, como no pueden practicar su arte como debería de ser, lo abandonan, pierden la fe y mueren alienados. Entonces su impulso artístico, se encierra en una mazmorra tan fría como el infierno. El artista muchas veces pierde, cuando es objetivado y alienado, la fe, su confianza, se pierde entonces a sí mismo, y todo porque tiene que trabajar 10 o 12 horas para poder comer.

En la mayor parte de los empleos existe algo que los empresarios llaman “tiempos muertos”, es decir, el tiempo que un empleado pierde en su jornada laboral cuando platica, cuando se distrae, etc. Se dice que el tiempo que se pierde, es más de la mitad del que está en su área de trabajo realizando su labor, es decir, más de la mitad del tiempo de su jornada no hace nada. Eso evidentemente altera la productividad, pero a pesar de que los empresarios lo saben, toman en cuenta que si reducen sus jornadas, para que los empleados trabajen totalmente y no hayan tiempos muertos, permitiría que ellos pudieran prepararse y desarrollar sus facultades creativas, lo que implica ya una reflexión lo cual no les es conveniente, porque elevarían su condición y buscarían otros empleos con mejores condiciones e irían perdiendo gente a quien explotar.

Se ha demostrado que los empleados que se siente cómodos en sus trabajos, laboran de una forma más eficiente, sin embargo, se les oprime, se les humilla, para que el sentimiento de inferioridad siga instalado en ellos, y no tomen la aventura de desplegar todas sus capacidades.

De acuerdo a lo anterior, los empleados que tengan mayor espectro de “felicidad” son lo más redituables para las empresas, entonces podemos preguntarnos: si con una jornada laboral corta de trabajo efectivo, y con un ambiente alegre, los empleados y obreros tienen mayor y mejor productividad, ¿por qué no se llevan a cabo estas acciones? Bueno, porque alguien que tiene tiempo, lo podría emplear para elevar su nivel de conciencia y escalar en la sociedad, y lo que “ellos” quieren es que sigamos soñando, mientras nos despedazan y nos despedazamos entre nosotros poco a poco.

Existe una “analogía” entre los empresarios que buscan que sus subordinados entreguen sus vidas a sus intereses, que se enuncia de la siguiente manera: “Si miran un plato de desayuno, en los huevos la gallina solo estuvo involucrada, pero en el tocino (lo que sería para nosotros los frijoles), el cerdo se comprometió y dio la vida. Eso necesitamos en este trabajo, no gente que se involucré, sino que se comprometa”.

Pero no nos dicen que el puerco no decidió su destino y ahora en contra de su voluntad está muerto.

Demos la vida y comprometámonos, pero por tener un mundo mejor para todos por igual.


Christian Estevez Galicia- Akbal

Desde el castillo de Indemar.

martes, 24 de agosto de 2010

Fé de Erratas

 Antes que nada me voy a permitir hacer una aclaración. En nombre de la verdad, debo aclarar que yo su servidor, no soy el producto de un par de semanas de instrucción en fomento a la lectura y que aparecí de la nada para compartir la lectura y la pasión que mi pecho siente desde hace tanto tiempo por las letras. La generación espontánea es una falsificación de la verdad. Soy lo que se llama un bibliofilo, es decir, un amante de los libros.

 La primera vez que pude ver que alguien leía, se me hacía lo más mágico que pudiera existir, no me explicaba como unos signos extraños podían contener tantas imágenes, tantas vivencias, como podían decir tanto, significar tanto.

 Cuando comencé a escribir lo primero que anhelaba hacer era describir algo que sintiera muy profundamente. Así que después de realizar la monumental cantidad de 15 cartas, que invitaban a la gente a no tirar basura, me sentí como purificado. Salí a la calle en una noche fría con luces anaranjadas abrazando mis 7 años, a repartir mis misivas a las personas que infortunadas pasaban por mi camino. Terminada mi laboriosa tarea, sabía que me había graduado en el universo de los escritores, aunque no haya un documento que hoy en día lo avale.

 Puedo mencionar, más certeramente quizá, que soy magia de barcos, tierra de mundos inexplorados, mares con navíos fantasmales, llanos en llamas, ciudades de fuego, templos de poderosos reyes, testigo de afinidades eternas, soy incluso un Macondo donde las cosas son tan recientes que se señalan con el dedo, soy un infinito lugar, un sitio donde caben todos los mundos.

 Me concibo como un afortunado por tener muchos amigos. A algunos de ellos tengo la confianza de llamar “mis amados muertos”, que no respiran ya sobre la tierra, pero sin duda en otros mundos y en otras realidades lo hacen. Con ellos sueño, despierto, voy de viaje, recorro los tiempos, lloro, canto, sonrío y muchas otras veces difiero con ellos y eso no altera nuestra amistad. Siento que palpo sus almas en mis manos mientras leo, y converso con Baudelaire, con Nietzsche, Artaud, Juan Rulfo, Jaime Sabines, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Edgar Allan Poe, Heráclito, Franz Kafka, Julio Verne, Hemingway, entre una lista tan grande como nuestros pecados.

 Aventurero soy, pero sobre todo un enamorado de esos signos que de alguna forma hacen que los labios emitan palabras que evoquen a su vez universos tan bellos, tan recónditos, tan inconmensurables.

 He vivido definitivamente desde hace 12 años de esta existencia, en el mundo de la literatura donde aparte de leer, tengo la osadía de tomar la pluma y llenar los valles insondables de la piel de una hoja en blanco y me percato que esa transgresión es una expresión del espíritu, del alma, de nuestro aliento más profundo.

 Cuando los libros están ausentes en nuestras vidas, es como estar exiliado de todos los laberintos y milagros del pensamiento.

 Cuando se lee con amor y no con utilidad, no es para saber más, sino para desconocer menos como lo dice mi amigo Platón.

La lectura debe de unir a la humanidad como hermanos, y no servir para destrozarnos unos a otros.

El conocimiento es emancipación, representa una libertad que compartida haría de este cuarto planeta un nirvana y no un valle de lágrimas.

 Actuamos de acuerdo al lenguaje, es decir, de acuerdo a lo que pensamos, y pensamos por medio de palabras, si nuestro lenguaje es más basto nuestras oportunidades de acción son mayores y podemos escoger la mejor. El lugar del ser es el lenguaje dice Heidegeer.

 La opresión que todos vivimos proviene de la “cultura del iletrsimo”, de la ignorancia, transgrediendo las cadenas de los estereotipos y de las imposiciones ideológicas podemos ver la completud de nuestro mundo.

 ¿Para qué sirve leer?, se pueden preguntar la mayoría de las personas, a lo que podemos enunciar beneficios cognitivos de pláticas aburridas, procesos epistémicos complejos, pero lo más importante que la lectura provoca, es que alguien se conozca a sí mismo y aquel que lo logre será en verdad libre y sabio.

 La lectura no se comprende, se siente en los huesos, en la sangre, cuando un libro nos cimbra el alma jamás lo olvidaremos, porque la lectura es un acto sublime, pero antes que todo es un acto amoroso.

 La lectura hace que lo tuyo y lo mío desaparezca, para comprendernos en una misma unidad plural donde todos tengamos el mismo valor.
 La lectura nos hace ver que todos somos el niño de la calle, la señora que vende fruta en el mercado, el abogado en tribunales, el escritor enmarañado en sus sueños, el amante que busca el mejor poema para obsequiar, el fantasma que juega con los niños en la noche, en resumen que somos todos.

La lectura no es para hacernos cultos, es para hacernos libres.

Christian Estevez- Akbal Namaste.